Siempre hemos sabido que la unión hace a la fuerza y aún más si se trata de crear un equipo de trabajo. Aunque lo habitual es tener un líder que guie al equipo, a medida que el trabajo en remoto fue ganando más terreno, los equipos autogestionados empezaron a hacerse más populares.
Alcanzar la eficiencia en un equipo de trabajo no es tarea fácil. En este artículo explicaremos que son los equipos autogestionados, cómo funcionan y cómo formar este tipo de equipos.
¿Qué es un equipo autogestionado?
Cuando una persona se autogestiona, no está bajo la dirección de una figura de autoridad. Al contrario, tiene plena autonomía y control sobre sus acciones, procesos y resultados.
En el lugar de trabajo, un equipo autogestionado es un grupo de empleados que trabajan en colaboración, para completar un proyecto o alcanzar un resultado definido con poca o ninguna supervisión directa de un jefe.
Es probable que muchos empleados de tu organización practiquen cierto grado de autogestión. Por ejemplo, los empleados más experimentados confían en hacer su trabajo bien y a tiempo sin ser microgestionados. Pero aún así, ellos mismos informan sistemáticamente a un jefe de equipo o supervisor para que los oriente.
¿Cómo funciona un equipo autogestionado?
El equipo es responsable de las tareas que normalmente se asignan a los directivos, como las evaluaciones de rendimiento, los procedimientos operativos y las contribuciones de gran alcance a la empresa.
Los equipos autogestionados suelen ser de menor tamaño, y con cada función claramente definida. Colaboran para completar sus tareas compartidas y superar los obstáculos para alcanzar su producción o resultado ideal.
Estos equipos adoptan un enfoque más específico y concreto para las reuniones, en lugar de realizar llamadas diarias o programar debates semanales sobre el proyecto.
Ventajas de crear equipos autogestionados
Pasar de la jerarquía directiva tradicional a los equipos autogestionados no es una tarea fácil.
Requiere de la participación de los empleados y de los directivos, así como recursos y tiempo. Pero cuando se desarrollan correctamente, estos equipos pueden inspirar la innovación, enriquecer las relaciones en toda la empresa y ayudar a la organización a alcanzar sus objetivos de forma rápida.
Si se quiere conseguir alguno de los siguientes retos, los equipos autogestionados son una opción para conseguirlo:
Desarrollo de nuevas habilidades
Trabajar en un equipo autogestionado permite a los empleados explorar habilidades poco desarrolladas. Además de la oportunidad de rotar por las diferentes funciones para aprender de sus compañeros y desarrollar habilidades totalmente nuevas.
Unirse a un equipo autogestionado proporciona un entorno de aprendizaje experimental y de intercambio de habilidades en el que pueden explorar con seguridad un nuevo papel dentro de la empresa y obtener conocimientos de sus compañeros
Liderazgo
Los empleados de los equipos autogestionados tienen la oportunidad única de flexibilizar y desarrollar sus habilidades de liderazgo. Trabajar en estos equipos autogestionados más pequeños pone a todos en igualdad de condiciones y les proporciona la oportunidad de liderar, asesorar o contribuir de nuevas maneras.
Especialización
Es una oportunidad para convertirse en expertos en su función o dominar una habilidad específica.
Al ser equipos más reducidos, cada empleado tiene más participación que en una estructura de equipo tradicional. Son responsables del papel que desempeñan y adquieren una comprensión más profunda del trabajo de sus compañeros, el proceso y el producto final.
Compromiso y motivación
El simple hecho de sentir que se forma parte de un equipo puede hacer que uno se sienta más motivado, y esa motivación aumenta cuando se trabaja por un objetivo compartido. Como la responsabilidad individual recae sobre ellos, se sienten más motivados para hacer mejor su trabajo y garantizar el éxito del equipo en su conjunto.
Además, asignar a un empleado a un proyecto que se alinea con sus intereses o experiencia aumentará automáticamente su compromiso, puesto que ya está dentro de su campo de acción.
Cómo preparar a los líderes para los equipos autogestionados
Aunque los equipos autogestionados no tienen un líder que los dirija desde dentro, el liderazgo sigue desempeñando un papel crucial en su éxito:
- La organización debe tener unos objetivos y valores claramente definidos que sirvan para inspirar y guiar a un equipo autogestionado.
- Los líderes deben mostrar confianza en los miembros de su equipo. Dejar de lado el típico estilo de gestión descendente. Requiere renunciar al control y confiar plenamente en sus empleados.
- Los líderes deben ser transparentes con sus equipos, compartiendo información vital para profundizar en su confianza y alinearlos con los objetivos de la organización.
El papel del líder externo
En algunas organizaciones, los equipos autogestionados cuentan con un líder externo que actúa como enlace entre ellos y el equipo directivo, ayuda al equipo a adquirir recursos y presenta sus conclusiones a los ejecutivos.
Los líderes externos son responsables del éxito y del rendimiento de uno o varios equipos autogestionados. Es un papel complicado, ya que deben guiar al equipo hacia su objetivo sin sobrepasar sus límites ni microgestionarlos.
Uno de los principales objetivos de un líder externo es establecer relaciones sólidas con el equipo ejecutivo y el equipo autogestionado. Una vez que establece relaciones de confianza con ambas partes, ayuda al equipo autogestionado a desarrollar una relación directa con el liderazgo. Esto permite al líder externo dar un paso atrás y reducir su participación.
Cómo desarrollar un equipo autogestionado
Pasar de la jerarquía directiva tradicional a los equipos autogestionados puede ser un reto para algunas organizaciones. Aunque hay menos líderes en estos equipos, sigue habiendo una estructura que debe seguirse al desarrollarlos:
1. Identificar a los empleados potenciales
Los empleados que prosperan en la autogestión suelen tener estas características:
- Impulso: toman la iniciativa y avanzan con confianza sin la dirección de un superior.
- Confianza - Deben mostrar confianza en sus habilidades, en la organización y en los miembros de su equipo. En un equipo autogestionado, la confianza hace que las ideas fluyan libremente, ya que los miembros del equipo se sienten más cómodos compartiendo sus pensamientos y preocupaciones sin ser juzgados.
- Toma de decisiones eficaz - Toman decisiones bien pensadas y han demostrado una gran capacidad de decisión. Tienen en cuenta puntos de vista alternativos para tomar una decisión informada.
- Conocimiento de sí mismo - Conoce sus capacidades y límites y se remite a sus compañeros de equipo cuando es necesario.
- Comunicación sólida - Ayudan a cultivar un entorno que promueve la comunicación abierta.
2. Aclarar metas y objetivos
Antes de crear un equipo autogestionado, se debe confirmar con la dirección. Comunica a tu equipo los objetivos empresariales de la organización y establece formas de medir y controlar su rendimiento.
3. Formar y crear equipos
Algunos empleados pueden necesitar formación técnica relacionada con el proyecto, o formación sobre cómo trabajar en un equipo autogestionado. Si los miembros del equipo no se conocen entre sí, se pueden coordinar prácticas y eventos de creación de equipos para ayudarles a crear confianza y mejorar su comunicación.
4. Póngalo en manos del equipo
A continuación, el equipo trabajará conjuntamente para establecer sus objetivos específicos, definir sus funciones y responsabilidades y perfilar su proceso. Un líder externo asesorará durante este tiempo, según sea necesario.
5. Revisiones
Los equipos autogestionados no requieren un feedback constante por parte de un supervisor o gerente, pero aún así hay que programar revisiones de desarrollo del rendimiento para medir su progreso.